blog-Relato Enlazado -12-

El blog-Relato enlazado comienza en La luz de Léoen, a partir de ahí sólo tenéis que ir siguiendo los enlaces que van llevando al siguiente fragmento :)

-PARTE 12-

-Espero que no me guardes rencor Jaco, después de todo tú ya estás muerto-dijo Hermes mientras subía con dificultad sobre el lomo del dragón-sanguijuela que agitaba ansioso sus entumecidas alas.-Si os llevo conmigo ese ángel nos perseguirá hasta darnos caza, puedo captar sus pensamientos y, creedme, no me gustaría formar parte de sus sádicas fantasías.

Hizo un gesto al dragón que se precipitó eufórico hacia la salida haciendo que los restos del edificio salieran disparados en todas direcciones.

Milo maldijo por lo bajo e intentó en vano dar alcance al traidor cuya montura se elevaba ya en el aire soltando un rugido de triunfo que hizo que la muchedumbre se dispersara aterrorizada. Se disponía a escabullirse, aprovechando la confusión, cuando una fría presencia a sus espaldas le avisó de que la magia de Jaco había dejado de funcionar.

-Dámela por las buenas y te dejaré vivir, vampiro- murmuró Gabriel con voz serena. El hielo se había convertido en una fina capa de agua que lo cubría por completo dándole un extraño aspecto.

-Has cumplido bien tu misión-continuó, y sonrió ante la mirada desconcertada de Milo-Debo suponer por tu expresión que no estás al tanto de lo ocurrido. Convencí al Conde de que lo mejor para acabar con las disputas entre los aldeanos y los de vuestra especie, era raptar a la hija del Gobernador.

-¿Por qué querrías convencerlo de semejante cosa? Tú mismo podrías haber capturado a la chica sin ninguna necesidad de inmiscuirnos a los vampiros.

Gabriel le lanzó una mirada cargada de odio.

-No puedo sobrepasar las salvaguardas del castillo. Esas malditas hermanas se han encargado de que así sea. ¿Triste, verdad? Pero aquí es donde entras tú, trayéndola de nuevo a mi lado..Qué considerado.

El ángel extendió los brazos a la espera de que Milo le cediera a la joven, pero en lugar de eso, el vampiro la apretó con fuerza contra su pecho.

-¿Qué es lo quieres de ella?

-¿De ella? Lo que quiero es tanto suyo como mío.

Milo se percató de que Gabriel tenía la vista fija en la suave curva que se desdibujaba bajo el vestido de la muchacha y entonces comprendió a qué se había referido el ángel.

-Está embarazada.

-Sí, qué felicidad-contestó Gabriel con sorna-Basta de hablar, vampiro. Ya sabes demasiado.

El ángel empuñó su espada que despedía un brillo macabro. El olor de la sangre golpeó a Milo, pillándolo por sorpresa.

-Quería asegurarme de que el zombi no volvía a usar su magia-aclaró Gabriel, disfrutando con la repentina ira del vampiro.

Nereida http://algoespecial-libros.blogspot.com/

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