La inspiración, ciertamente, es caprichosa. A veces viene con un simple detalle al que nadie le presta atención, con un gesto, unas palabras o una canción.
La idea de una de las novelas que estoy escribiendo me surgió con una historia inverosímil sobre extraterrestres superiores a los humanos contada en boca de un personajillo, al que en secreto y en broma llamo: mi muso.
Llevaba días hastiada delante del papel sin que brotaran las palabras. Un escritor me dijo hace años, que no hay que tener miedo al folio en blanco, sino a la palabra escrita. Pero también añado, que resulta deprimente pasarte una hora mirando el folio, con las ideas bloqueadas en tu cabeza porque no quieren fluir hacia el papel.
Sin embargo, hay veces, en que las palabras te vienen de golpe, y casi te da la impresión de que te faltan manos para materializar todo lo que tienes en mente.
Uno de mis "truquillos" para conseguir inspiración es irme sola a visitar tiendas de libros de segunda mano. En parte, para pasar un rato conmigo misma y mis diálogos internos, y observar cosas en las que no reparo cuando voy hablando con otra persona.
En parte también, porque las tiendas de libros antiguos tienen una especie de atmósfera solemne. Olor a libro viejo, y estanterías hasta el techo con hileras donde se mezclan libros de todos los tamaños, y colores, sin ningún orden aparente. Auténticos santuarios de libros olvidados por sus dueños que esperan pacientemente a que alguien los adopte.
Miro, sin saber por dónde empezar, sin saber lo que busco. La mirada se pasea por los lomos desgatados hasta que se detiene en uno en concreto, lo compro y sé que no me va a decepcionar. ¿Y qué tiene que ver con la inspiración? Pues que ese contacto directo con los libros me inspira historias. Y justamente hoy, mientras ojeaba los libros, empecé a concebir la idea para un relato. Abrí el bolso...maldita ley de Murphy, la única vez que se me olvida la libreta y el bolígrafo es cuando los necesito...Por algo llevo siempre una libreta en cada bolso que tengo, pero justo hoy lo vacié buscando el carnet del autobús. De cualquier manera, cuando llegué a casa me pasé una hora escribiendo sin parar, y sintiéndome extrañamente ligera al acabar.
Y a vosotros, ¿qué os inspira? ¿Qué hacéis cuando las musas están ociosas?
saludos!! ^^
Nereida
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Me ha encantado esta entrada!! ^^
ResponderEliminarA veces me inspira una palabra, un paisaje, una canción, mis sueños... pero por lo general desde hace meses la inspiración me llega sola sin que tenga que hacer nada para buscarla, y por lo general siempre de noche cuando me quedo a solas con mis pensamientos jejejje
Cuando he querido "buscar" la inspiración siempre me han funcionado estos "trucos"
Uno es irme sola a pasear, sin meterme en ninguna tienda ni distraerme con nada, simplemente caminar durante un par de horas por la ciudad a solas con mis pensamientos por lo general me sirve para organizar mis ideas y al hacerlo se me ocurren ideas nuevas.
Otro es releer todo lo que tengo escrito porque quizás se me haya pasado algun detalle y siempre hay alguna conversación o detalle que había pasado por alto y se me ocurren cosas nuevas que escribir.
Para finalizar otra cosa que hago es coger el folio en blanco y escribir aunque no tenga ideas en ese preciso momento, y escribir cualquier cosa que tenga que ver con la historia, una conversación, una pelea... al principio no se me ocurre nada y las primeras lineas no tienen sentido o no son nada del otro mundo pero a media página es como si no pudiese parar...y empiezan a llegar las ideas y termino escribiendo como una loca.
Ahora no recuerdo ninguno más pero esos son mis truquitos ^^
Mira pues sí ;) la tuya es una muy buena fuente de inspiración. Yo haría eso, o lo que dice Rocío, que es ir a pasear sin rumbo fijo observando tooooda la ciudad en su esplendor.
ResponderEliminarLa gente pasar, el trajín de las calles...es genial ;)
cuando quiero inspiración, a veces la encuentro cuando menos la busco...^^
ResponderEliminargracias por vuestros comentarios!!!
ResponderEliminaryo también uso esos truquillos que mencionas, Rocío ^^
Y claro, también tengo épocas que la inspiración viene y no paro de escribir.
besooos
una buena cancion¡¡o estar sola¡¡pero sobre todo irme a mirar libros como tu¡¡
ResponderEliminarbesotes
Mi profesora recomienda la receta de Ray Bradbury, la de ponerse a escribir lo que salga, frases que te vengan a la cabeza, aunque no tengan conexión entre sí. La única norma, no dejar de escribir en ningún momento, no pensar. Al tener un folio entero escrito, parar y releer detenidamente. Por lo visto, es fácil que de cualquiera de las ideas que has plasmado, salga una historia...
ResponderEliminarClaro que a mí eso tampoco me funciona siempre, ¡pero bueno! Lo que más me gusta es que alguien me de un principio, y verme obligada a continuarlo... ;)
a mí la inspiración casi siempre me viene mirando una imagen o foto o cuadro...o cualquier cosa de la calle, no sé, un árbol, una flor...soy muy romanticona jeje
ResponderEliminarpor cierto, te enlazo también, te colocaré como afiliada en mi blog abajo donde tengo todos los banners de afiliados ;)